Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional, o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Considerado como unos de los pioneros de media art y del arte conceptual en España, Antoni Muntadas (n. 1942) ha desarrollado una prolífica trayectoria realizando proyectos donde se plantea la imprescindible reflexión crítica sobre cuestiones claves en la configuración de la experiencia contemporánea. En sus obras, que tienen siempre una clara dimensión procesual y en las que a menudo se apela directamente a la participación del espectador, Muntadas recurre a múltiples soportes, lenguajes y estrategias discursivas. Entre ellas, integra intervenciones en el espacio público, vídeo y fotografía, así como también la edición de publicaciones impresas, proyectos de investigación multidisciplinares y colaborativos.
En noviembre de 1975, visita por primera vez Buenos Aires invitado para realizar en el CAYC esta muestra individual donde presenta tanto videos como la Acción/situación: Hoy (1975-76). Esta última implica una experiencia desarrollada por Muntadas a partir de un viaje por Latinaomérica en el cual fue tomando aspectos de la realidad contextual de cada ciudad donde la intervención se llevó a cabo (Buenos Aires, Caracas, São Paulo y Ciudad de México). A principios de los años setenta, Muntadas llevó a cabo una serie de exploraciones sobre los límites sensoriales con las cuales reflexiona acerca de las tensiones entre lo público y lo privado. Acción/situación: Hoy diferenciaba el espacio de exhibición en dos sectores: a un lado de la sala, el propio Muntadas se presentaba con el sonido amplificado de su respiración y un cuadro de luz blanca proyectado en su pecho (representando al sujeto); al otro lado, colgaban ejemplares de todos los periódicos, legales e ilegales de Buenos Aires de ese momento álgido (ilustrando la colectividad).