Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
El inicio de la década de setenta marca un escenario de creciente conflictividad, fuertemente interpelado por el imperativo revolucionario. En este contexto, las discusiones acerca de la función del arte y del artista se vuelven cada vez más impregnadas de urgencia en la medida en que la radicalización política se acrecienta y la violencia se generaliza en el territorio argentino, en particular, y en la región como un todo.
Al emprender su carrera en los sesenta, Antonio Dias (1944-2018) realizó obras pop abordando temas relacionados con la situación sociopolítica generada por el régimen militar brasileño que se extiende dos décadas (1964-85). A partir de 1968 —exiliado de su país e instalado en Europa (principalmente en Milán y en Colonia)—, su trabajo sigue otro derrotero: indagaciones sobre la naturaleza del arte se mezclan con nociones de territorialidad, componiendo un universo conceptual singular. Tras su participación en las muestras colectivas Arte de Sistemas (1971), y Arte de Sistemas II (1972), en este documento se anuncia la apertura de una individual (noviembre de 1973) con tres filmes de la serie La ilustración del arte.
Realizada incluso años después (entre 1971 y 1978), la serie es un conjunto ecléctico que incluye pinturas, objetos, instalaciones, discos, fotografías y filmes con los cuales el artista despliega elementos (temáticos y formales) que pasarán a desempeñar un papel medular en su práctica posterior. Como el título serial indica, Dias se dedica a investigar los métodos mismos del lenguaje del arte, proponiendo así una reflexión crítica. Cuestiona la idea de “nacionalidad en el arte” porque cree en la autonomía artística, independientemente del país donde se origine la obra, en línea con la Declaração de princípios básicos da vanguarda (1967), en la que junto a un grupo de artistas (Lygia Clark, Rubens Gerchman, Ana Maria Maiolino, Hélio Oiticica, entre otros) y críticos brasileños (Frederico Morais, Mário Barata) declaran las bases antiinstitucionales y antimercado de su producción. [Consultar doc. No. 1110371].
Los filmes presentados en el CAYC se realizaron en formato Súper 8 y su montaje se hizo durante la estancia de Dias en Nueva York. A través de distintas estrategias, en ellos se reflexiona tanto sobre qué es el arte como la tensión entre la pertenencia de las obras al mundo de la cultura y, al mismo tiempo, su resistencia a él.