Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
En 1969, a través de la primera exposición Arte y Cibernética, el CAYC definió su perfil experimental acorde con iniciativas realizadas previamente en la escena internacional. Con esta muestra en la Galería Bonino de Buenos Aires (con sedes tanto en Rio de Janeiro como en Nueva York), el centro buscaba ilustrar las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías para la actividad creadora. Había un interés de propagar una actitud interdisciplinaria “que sea el reflejo de la época que nos toca vivir”. En marzo, se convocó un grupo de artistas argentinos que —asistidos por un grupo de programadores, ingenieros y analistas de sistemas de la Universidad de Buenos Aires y de las Escuelas Técnicas ORT— exploraron posibilidades creativas generadas por las tecnologías surgidas entonces.
Esta nueva muestra en la sede del CAYC —con el precedente de Arte y Cibernética y Argentina Inter-medios (ambas en 1969)— se inscribe en la serie de exposiciones de arte y cibernética organizadas por la institución hasta entonces, sin embargo, es la primera vez que se la denomina “arte artificial”.
El Grupo de Arte y Cibernética Buenos Aires, se había formado en marzo de 1969 con el objetivo de brindar un espacio para la experimentación artística vía computadoras abriendo así horizontes para el arte cibernético. Un grupo de ingenieros y analistas, dirigidos por Ricardo Ferraro y Julio Guibourg, colaboran con artistas invitados a desarrollar sus propuestas por la vía informática, entre ellos: Luis Fernando Benedit, Antonio Berni, Eduardo Mac Entyre, Osvaldo Romberg, Miguel Ángel Vidal, Ernesto Deira, Hugo Demarco, Gregorio Dujovny, Mario Mariño, Rogelio Polesello, Isaías Nougues, Josefina Robirosa y Norma Tamburini. Desde entonces, el CAYC montó exposiciones que circularon por distintas instituciones locales e internacionales, para posicionar a la institución como centro de visibilidad y proyección de las prácticas experimentales. Tales son los ejemplos con que se ilustra esta gacetilla: uno de Georg Nees (1926–2016) y el otro de Otto Beckman (1908-97), precursores del arte digital.