Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Bajo el título Hacia un perfil del arte latinoamericano, la presente gacetilla anuncia la participación del CAYC en el Salón de la Independencia de Quito, la capital ecuatoriana. Trátase de una de las primeras veces que Glusberg utiliza tal denominación en la que se destaca el rasgo particular que le imprime a su proyecto experimental que parte de lo que internacionalmente se divulgaba como “estética de sistemas”. Esta itinerancia se produce un mes después de presentarse Hacia un perfil… en la III Bienal Coltejer en Medellín (Colombia), inaugurada en mayo de 1972. Posteriormente, Glusberg señalaba: “No existe un arte de los países latinoamericanos, pero sí una problemática propia, consecuente con su situación revolucionaria”. Esto ponía en evidencia un viraje en el discurso emitido por el Centro en la capital argentina que, en sus primeros años había destacado la promisoria relación entre arte y desarrollo tecnológico. A partir de ahora se enfatizaba el cariz político del emprendimiento y el rol del artista pasaba a ser el de señalar “los conflictos generados por las injustas relaciones sociales que priman en los pueblos latinoamericanos”. El trasfondo dictatorial en la región era evidente. No obstante, las exposiciones de arte y cibernética acompañaron internacionalmente a Hacia un perfil…en varias ocasiones durante los años siguientes.
A mediados de 1972, este punto de inflexión en las estrategias planteadas por el CAYC coincide con las primeras presentaciones del llamado Grupo de los Trece, aglutinado con artistas disímiles en torno a Glusberg. En esta gacetilla se lista su formación original cuya vigencia fue breve. Tanto el artista conceptual Horacio Zabala como el arquitecto y artista plástico Clorindo Testa —quienes figuran aquí como “invitados”— pasarían a formar parte integral del grupo en años posteriores.
[Para mayor información al respecto, ver GT-128 (doc. 1476410) y sobre el Perfil GT-136 (doc. no. 1476334)].