Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
A lo largo del tiempo, se organizaron en la sede del CAYC en la calle Viamonte exposiciones y actividades con algunos de los invitados internacionales. Tal es el caso de Dennis Oppenheim (1938–2011). El polifacético artista norteamericano —que operó en el conceptualismo, el performance, Earth Art, escultura y fotografía— visitó Buenos Aires para el cierre del evento y tuvo una muestra individual en el CAYC, acompañada de una charla suya con el público. Bajo el título de 9 días con Dennis Oppenheim, se mostraron obras ambientalistas y somáticas que utilizan fotografía, película y video para documentar acciones donde el autor interviene tanto el paisaje como su propio cuerpo (body art), abordando en ellas temas que abarcan ecología, intercambio energético entre cuerpo y materia, así como la paternidad como “extensión de sí mismo”.
Los soportes y dispositivos utilizados son detallados tanto en los listados de films (GT-68; doc. no. 1476301) como de video-tapes (GT-69; doc. no. 1476302), lo que pone en evidencia la relevancia que tenían para el CAYC tales especificaciones. En el fondo, se trata de las posibilidades expresivas de la convergencia entre arte, tecnología y comunicación masiva. Algunas de estas películas habían participado de la paradigmática exhibición Information, un panorama internacional de las vanguardias experimentales que el MoMA de Nueva York había realizado con curaduría de Kynaston McShine entre julio y septiembre de 1970. En el ámbito argentino, las experiencias con video eran incuestionablemente una innovación, la cual no tendría su versión local sino hasta finales de esa década.