Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Con la colaboración de críticos e instituciones locales, los cuales facilitaron la itinerancia, y gracias al vínculo que Glusberg estableció con Jasia Reichardt —directora adjunta del Institute of Contemporary Arts (ICA) de Londres—, curadora de la paradigmática Cybernetic Serendipity (1968), la incidencia cibernética en el arte se desplegaba. Fue la primera exposición que procuró mostrar diversos aspectos de la producción artística generada por la vía informática. Esta nueva exposición, presentada en agosto de 1971 en Chicago, mostró las obras realizadas por artistas argentinos con asistencia tecnológica de ingenieros de IBM (desde 1969), las cuales se exhibieron originalmente en la Galería Bonino de Buenos Aires.
A las obras de Luis Fernando Benedit, Antonio Berni, Ernesto Deira, Eduardo Mac Entyre, Osvaldo Romberg y Miguel Ángel Vidal (seleccionadas para la primera versión), se suman en esta oportunidad los trabajos de Hugo Demarco, Gregorio Dujovny, Mario Mariño, Isaías Nougués, Rogelio Polesello, Josefina Robirosa y Norma Tamburini. Las directrices del CAYC iban mostrando así los resultados argentinos de la actividad creativa asistida por computadora.