Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Para poner en marcha su proyecto, Glusberg utilizó de una manera bastante amplia y flexible la categoría “arte de sistemas”; la cual, en sus comienzos, se identificó con las prácticas asociadas al arte conceptual que se desarrollaban en ese momento en el ámbito internacional. De hecho, fue en la muestra De la Figuración al Arte de Sistemas (1970) (doc. no. 761141) cuando él introdujo esta categoría para caracterizar un arte que, en su radicalidad inicial, “se refiere a procesos más que a productos terminados del buen arte”.
En torno a la exposición Arte de sistemas (1971) en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Glusberg realizó una amplia convocatoria a artistas locales e internacionales. Y, simultáneamente, se organizaron en el CAYC exposiciones y actividades con algunos de los convocados para divulgar aquellas últimas tendencias.
A modo de adelanto, se presenta en el CAYC la obra que David Lamelas (n. 1946) creó especialmente para Art Systems: Lectura (del libro Knots de J.B. Laing) junto a otros filmes suyos; entre ellos, Time as Activity (1969) con el cual participó en Information (1970), la magna exhibición que el MoMA había dedicado a las vanguardias experimentales un año antes y en la cual, seguramente, Arte de Sistemas se inspiró. Además, el Centro presenta Publication (1970), obra de arte conceptual, representativa de la polémica acerca del “arte como lenguaje” en el contexto de las artes visuales. La obra es ejemplo de los “libros de artista”, un género propio del conceptualismo en su reflexión sobre la ruptura de los formatos tradicionales.
Esta publicación, editada por Nigel Greenwood Inc., reúne las respuestas de artistas conceptuales en torno a una pregunta de Lamelas: ¿Puede el lenguaje ser una forma de arte? Desde aquella época, a solo dos años de residir en Europa, el artista argentino era reconocido como parte de la vanguardia internacional en Londres.