Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Dentro de las estrategias artísticas de posicionamiento en la escena mundial, Glusberg incluyó en su intercambio cultural a actores de países bajo gobiernos comunistas: creadores de Polonia, Checoslovaquia y, en este caso, imágenes de la República Popular de Mao fueron expuestos en la sede del CAYC, en el centro de la capital argentina. Con la exposición Del sinanthropus pekinensis al hombre nuevo de china popular, el Centro presenta un conjunto documental de fotografías, las cuales permiten conocer aspectos singulares de la vida en China en aquella época, en el contexto de la Revolución Cultural. Sin duda, aportan un amplio panorama visual en un momento álgido de la Guerra Fría y el predominio de gobiernos autoritarios en la región. Época en que la circulación de imágenes ajenas al mundo occidental, y obviamente lejanas a Buenos Aires, era acotada.